A donde van los desaparecidos

“Aquí buscamos a tod_s”: Documental en proceso

octubre 31, 2019
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Por: Pedro Omar García y María Esparza*

¿Dónde desapareció? ¿Dónde se busca?

Aquí. Es la respuesta para cualquiera de las miles de familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos en México. Aquí es un lugar cualquiera, una posición geográfica exacta o ambigua, una casa, colonia, municipio o estado, una fosa o un país entero.

Para hablar sobre desapariciones en un país donde tod_s somos desaparecibles, no se puede excluir ningún sitio. En cualquier parte de México donde se lea esto se puede afirmar: Aquí hay personas desaparecidas y sus familias las buscan.

Aquellas que buscan, se encuentran. Descubren que sus casos no son aislados y su situación es compartida con miles de personas que viven esta problemática, algunas desde hace décadas. Aprenden y enseñan cómo afrontar las situaciones venideras, la aparente permisividad de este crimen y la nociva burocracia del Estado que genera desconfianza y lejanía a las instancias que procuran justicia. Estas familias se acompañan unas a otras, construyéndose en redes de acción y apoyo, asociaciones civiles, colectivos, redes vecinales, grupos de búsqueda y exigencia de justicia.

En Michoacán, los colectivos de búsqueda han sufrido hostigamiento y violencia por realizar su trabajo. Foto: Pedro Omar García

En México, ante la falta de voluntad política y los altos niveles de impunidad, el nacimiento obligado de estos grupos es ya algo usual. Sin embargo, tienen especificaciones, necesidades, ideologías y formas de organización diferentes. El buscar y encontrar es el propósito que todos comparten.

Las estrategias de búsqueda están relacionadas con los métodos de desaparición utilizados por los perpetradores —ya sean grupos criminales, autoridades, o ambos— presentes en la zona. Por lo cual, los grupos se ven forzados a asumir distintos retos y riesgos dependiendo su región.

Con el paso del tiempo se han agregado motivaciones para desaparecer personas. Anteriormente las causas recaían al ámbito político, ahora, el desaparecer a alguien implica asuntos de género, edad y de estar ligado a una ideología o activismo. Por ello, no es lo mismo desaparecer siendo mujer, niña, adolescente, niño, hombre adulto, o llevar 40, 13 años o 30 días ausente. Y así como cada desaparición parece única, los grupos de búsqueda también lo son.

Las actividades que realizan dependen también de la edad y número de miembros en el grupo, de la antigüedad de sus casos, de condiciones geográficas y climatológicas; si las autoridades locales les apoyan o no, del acceso a herramientas jurídicas, psicosociales y materiales, de la participación y cooperación de los habitantes de la zona.

Bordar para recordar, exigir y nombrar a quienes nos faltan. Foto: Pedro Omar García

Conocer los grupos de búsqueda es la finalidad del proyecto independiente Aquí buscamos a tod_s, siempre con una postura ética y de no revictimización. Acompañando a las y los buscadores de distintas regiones del país para que nos ayuden a exhibir las particularidades y similitudes de las desapariciones y búsquedas en cada región. Registrando las actividades individuales y colectivas de estas personas organizadas con el propósito de encontrar a sus seres queridos desaparecidos y exigir justicia a las autoridades.

Hemos recorrido una cuarta parte del país, visitando y estableciendo vínculos con distintos grupos. Acompañándoles en sus labores cotidianas como protestas, acciones de búsqueda, exigencia de justicia, visibilización de la problemática y memoria de sus seres queridos. Las personas que integran estos grupos nos comparten historias de vida, su activismo obligado y los cambios que sufrieron sus dinámicas sociales.

El proyecto acompaña y documenta labores de búsqueda tanto en vida como en muerte. La primera se hace con la esperanza, como su nombre lo dice, de encontrar a la persona desaparecida con vida, es realizada por todos los grupos del país, quienes visitan una extensa lista de sitios donde tengan posibilidad de encontrar; como hospitales, cárceles, centros psiquiátricos, de rehabilitación, y ocasionalmente, en prostíbulos o zonas de tolerancia para el trabajo sexual.

La búsqueda en fosas es realizada solo por ciertos grupos, algunos como práctica habitual y otros de manera esporádica. Esta labor conlleva un trabajo antropológico y forense realizado por las mismas familias que adquieren estos conocimientos en campo. Buscan restos humanos en fosas clandestinas localizadas en parajes, ríos, carreteras, cultivos, viviendas y un sin numero de sitios probables.

Estos colectivos nos comparten los sentimientos que nacen de la pérdida ambigua originada por la desaparición y lo que significa para ellos. Nos cuentan la batalla contra la indiferencia social y el riesgo de buscar en un Estado en el que cualquiera puede ser víctima y donde la impunidad es ley.

Aquí buscamos a tod_s retrata búsquedas y buscadores del país, partiendo del aquí particular, para comenzar a dibujar un aquí nacional.

*Pedro Omar es documentalista independiente enfocado en problemáticas sociales.

María Esparza es fotógrafa documental para medios escritos.

Contacto: buscamosatod.s@gmail.com

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