Desde 2016 la Red de Enlaces Nacionales organiza las brigadas nacionales de búsqueda, que se han convertido en escuelas donde familiares de personas desaparecidas de todo México aprenden a buscar y comparten sus conocimientos.
Los hijos e hijas de víctimas de desaparición cargan pesados secretos. Sus familiares optan por ocultarles la verdad para protegerles del sufrimiento y se olvidan de atenderlos porque están dedicados a buscar a los parientes desaparecidos Con el acompañamiento psicosocial, un grupo de infantes de Chihuahua transitó del estigma social y el silencio a la fortaleza de la verdad. Por Patricia Mayorga* Ilustración: La Lechuga Ilustradora Escucha el podcast corto de esta historia. 12:51 Escucha el podcast largo de esta...
Las Madres Coraje son un grupo de mujeres de Nuevo León que se cansaron de esperar a que las autoridades busquen a sus hijos e hijas desaparecidos. Apoyadas por un dron, perros rastreadores, detectores de metales, antropólogos y personas voluntarias se han hecho expertas en el uso de sofisticadas tecnologías para localizar entierros clandestinos por cielo y por tierra.
No todas las personas desaparecidas están muertas. Muchas están vivas y son víctimas de redes de trata, trabajo forzado, o están impedidas para volver a casa. El colectivo “Búsqueda Nacional en Vida” reúne a madres de todo el país que se dedican a buscar a sus hijas e hijos en esas circunstancias, y a veces encuentran.
En el norte de Sinaloa hay una colectiva de mujeres que ha encontrado más de 200 cuerpos en fosas clandestinas y ayudado a identificar a, por lo menos, 80 de ellos gracias a su método de sistematización de información y colección de detalles y secretos de las personas desaparecidas.