David López Nájera/GIASF*
La Guardia Nacional (GN) fue creada en 2019, como el cuerpo de seguridad estrella del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para atender el problema de violencia que ha venido en incremento desde el comienzo de la “Guerra contra el Narcotráfico” iniciada por el expresidente Felipe Calderón en México. Aunque la Guardia se planteó en un comienzo como una institución de corte civil, al igual que la Policía Federal, muy pronto López Obrador mostró sus claras intenciones de que la corporación pasase a formar parte de la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA). ¿Realmente beneficiará que la seguridad pública quede a cargo de una institución castrense? ¿No se reproducirá el mismo error cometido por Calderón que nos ha llevado a años de una violencia imparable?.
En junio del presente año, Andrés Manuel declaró que antes de concluir el mes presentaría una reforma constitucional para realizar la incorporación oficial de la Guardia Nacional a la SEDENA[1]. Aunque, dicha reforma no ha sido presentada, es importante pensar cuáles serán las implicaciones de que la institución que garantice la seguridad pública del país dependa de las fuerzas armadas.
El problema, que paradójicamente es el mismo que dio comienzo a los años de violencia que hemos vivido en México, es la incapacidad de los agentes militares para hacerse cargo de tareas de seguridad pública para las que no han sido preparados. Su lógica castrense es por completo diferente a la lógica de las corporaciones de seguridad civiles. Y esto se ha visto reflejado en las graves violaciones a derechos humanos que han cometido miembros de estas corporaciones, entre ellas integrantes de la Guardia Nacional.
El 27 de abril del año en curso fue asesinado el joven Ángel Yael Ignacio Rangel en la comunidad del Copal, en Irapuato, Guanajuato. Ángel iba en una camioneta con un par de compañeros de la licenciatura en Agronomía, cuando agentes de la Guardia Nacional les pidieron que se detuvieran, indicación que los jóvenes ignoraron —según versiones de los agentes—, por lo que uno de los guardias respondió disparando[2].
Una bala alcanzó el cráneo de Ángel, quien iba como copiloto en la camioneta. La Guardia Nacional emitió un comunicado donde afirmaba que el agente responsable “actuó de forma unilateral” y que el acontecimiento se generó por el “desconcierto e incertidumbre entre los miembros de esta Institución Policial”[3]. El agente que disparó fue detenido por sus compañeros, trasladado en una unidad de la Guardia Nacional y puesto a disposición de la Fiscalía General de la República. Sin embargo, el 30 de abril, solo tres días después, ya había sido liberado.
Un mes antes, el 3 de marzo de 2022, agentes de la Guardia Nacional abusaron sexualmente de un hombre y una mujer en dos eventos distintos. El primer caso ocurrió en el municipio de Ecatepec, Estado de México. Ezequiel “N” regresaba de trabajar y pasaba debajo de un puente en la Vía Morelos, cuando los elementos de la corporación de seguridad lo detuvieron para realizar “una revisión de rutina”. Al subirlo a la camioneta, según la declaración del hombre, los agentes le colocaron una bolsa en la cabeza y comenzaron a golpear sus glúteos con una tabla. Después lo violaron con una de sus armas, mientras lo amenazaban de muerte. Terminaron abandonándolo en la zona de las Américas, en el mismo municipio, a unos 7 kilómetros de distancia de donde fue privado de la libertad.
El segundo evento fue el allanamiento a la casa de Virginia, habitante de El Mirador, colonia del mismo municipio de Ecatepec. Ingresaron de forma violenta a su casa y no presentaron una orden de cateo. Según el relato de Virginia, desde su ingreso, los elementos la golpearon. También abusaron sexualmente de ella al tocar sus senos y su vagina. Ante estos hechos, la agencia estatal se pronunció en contra de los actos violentos y dijo que se realizaría una investigación en contra de los responsables. No ha habido detenidos[4].
Un tercer evento ocurrió el 5 de mayo de 2021, cuando elementos de la Guardia Nacional mataron a un funcionario de la Fiscalía de Sonora en Caborca, e hirieron a otra persona [5]. Según el relato de los hechos, los agentes transitaban de noche en una camioneta de modelo reciente, cuando elementos de la corporación federal intentaron detener el auto. Como los agentes no acataron la instrucción, integrantes de la Guardia Nacional abrieron fuego contra la camioneta.
Los acontecimientos mencionados se caracterizan por la fuerza letal con la que actúan los elementos de la Guardia Nacional. Específicamente, el primero y último, muestran incluso crímenes cometidos por esa institución. El hecho de que frente al menor evento pasen directamente a abrir fuego, con el propósito de eliminar a quien se oponga a sus indicaciones, muestra que se guían por una lógica castrense. ¿Dónde queda el debido actuar, con base en los protocolos de seguridad pública de una institución civil?
Como ya se mencionó, si bien en su creación la Guardia Nacional fue propuesta por Andrés Manuel López Obrador, como una agencia de seguridad pública con una lógica civil, desde su inicio fueron militares quienes asumieron los altos cargos en la misma. Aunque la propuesta de reforma para que la Guardia Nacional dependa directamente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aún no ha sido presentada, parece ser una mera formalidad, pues dicha dependencia tiene prácticamente control de facto de la Guardia Nacional. Según el reportaje de Arturo Ángel [6], para 2021 la Sedena estaba al frente de la Guardia Nacional en todo el país, y estaba constituida en un 75% de elementos militares activos de las fuerzas armadas.
Los mismos militares que han sido relevos de los agentes civiles han declarado que no han sido bien capacitados en las labores de seguridad, y que el mando dentro de la Guardia Nacional sigue siendo un mando castrense, cuyas órdenes deben obedecer en forma directa y sin cuestionarlas [7]. Para 2023 la Sedena planea sustituir a todos los elementos civiles de la Guardia Nacional por elementos de la propia institución.
¿La responsabilidad de estos abusos de autoridad recae solamente en los agentes que las ejecutan?, ¿También son responsables los mandos superiores, en tanto que ellos tienen responsabilidad de las acciones que cometen sus subordinados, además de que no han capacitado de forma adecuada al personal para atender en el debido proceso las necesidades de seguridad pública?
Es importante plantearnos estas preguntas que suman a la impunidad en un país en el que entre 94 y 99% de los crímenes quedan sin castigo[9]. ¿Qué pasará ante una agencia de corte castrense que se encargará de generar las condiciones de seguridad en la ciudadanía, pero sin la formación mínima necesaria para desempeñar dicha actividad? ¿Cómo hacer responsable a una institución que no se responsabiliza del actuar de sus agentes? Sólo hasta mayo de 2022, la Guardia Nacional tiene más de 400 quejas ante Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de las cuales sólo reconoce un caso por uso excesivo de la fuerza [10].
¿Por qué accederían los mexicanos a que la seguridad pública quede a cargo de una dependencia como lo es la Sedena, que ha tenido una historia de violaciones a derechos humanos, actos de impunidad, injusticia y poco acceso a la verdad en los acontecimientos en los que sus agentes se han visto implicados? En este sentido, la Sedena y el país tienen una deuda histórica con las víctimas del periodo del terrorismo de Estado y también con las actuales víctimas generadas a partir de la acción de sus agentes.
Es vital que exijamos como ciudadanía que el cuerpo de seguridad encargado de la seguridad pública tenga la debida capacitación para atender a estas acciones, que no queden impunes las violaciones a derechos humanos cometidas por las instituciones estatales y, menos aún, que dichas instituciones no asuman la responsabilidad ante los actos cometidos.
Por último, resulta absurdo que la “mejor” estrategia para enfrentar la violencia actual en la que está sumergido México, sea la misma que dio comienzo a la ola de violencia: que los militares se hagan cargo de actividades que no les corresponden y sin la capacitación necesaria. No permitamos prolongar la cadena interminable de negligencia y abuso de autoridad que lleva irremediablemente a múltiples actos de violaciones graves de derechos humanos a manos de quienes deben protegernos.
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* David López Nájera cursa la maestría de Psicología Social de Grupos e Instituciones en UAM Xochimilco. Actualmente es el operador del Observatorio Etnográfico de las Violencias (OEV) del CIESAS y estudiante asociado del GIASF.
El Grupo de Investigaciones en Antropología Social y Forense (GIASF) es un equipo interdisciplinario comprometido con la producción de conocimiento social y políticamente relevante en torno a la desaparición forzada de personas en México. En esta columna, Con-ciencia, participan miembros del Comité Investigador y estudiantes asociados a los proyectos del Grupo, así como columnistas invitadas por el mismo (Ver más: www.giasf.org).
La opinión vertida en esta columna es responsabilidad de quien la escribe. No necesariamente refleja la posición de adondevanlosdesaparecidos.org o de las personas que integran el GIASF.
REFERENCIAS
[1] Arista, Lidia (22 de Junio, 2022) “AMLO enviará este mes iniciativa para adscribir a la Guardia Nacional a SEDENA”. Expansión, México. Recuperado de: https://politica.expansion.mx/presidencia/2022/06/22/amlo-enviara-este-mes-iniciativa-para-adscribir-a-la-guardia-nacional-a-sedena
[2] Redacción (28 de Abril de 2022) “Guardia Nacional disparó y asesinó a estudiante de la Universidad de Guanajuato”. Infobae, México. Recuperado de: https://www.infobae.com/america/mexico/2022/04/28/guardia-nacional-disparo-y-asesino-a-un-estudiante-de-la-universidad-de-guanajuato/.
[3] Espinosa, Verónica (28 de abril de 2022) “Agente de Guardia Nacional que disparó y mató a estudiante en Guanajuato actuó “de forma unilateral””, Proceso, México. Recuperado de: https://www.proceso.com.mx/nacional/2022/4/28/agente-de-guardia-nacional-que-disparo-mato-estudiante-en-guanajuato-actuo-de-forma-unilateral-285047.html
[4] Redacción/ Sin embargo (4 de marzo del 2022) “Video: Elementos de GN golpean a hombre y abusan de mujer en Ecatepec; ya investigan” sin embargo, México. Recuperado de: https://www.sinembargo.mx/04-03-2022/4136596.
[5] Redacción Animal Político (6 de mayo, 2021) “Guardia Nacional mata a funcionario de la Fiscalía de Sonora en Caborca; fue un “incidente”, dice”. Animal político, México. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2021/05/guardia-nacional-mata-funcionario-fiscalia-sonora-caborca/.
[6] Arturo Ángel (1 de septiembre, 2021) “Aún sin reforma, SEDENA ya controla bases, dirección y reclutamiento de la Guardia Nacional”. Animal Político, México. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2021/09/sedena-reforma-guardia-nacional-bases-direccion/
[7] Rincón, S y Ángel, A (10 de mayo, 2022) “Para 2023, la Guardia Nacional no quiere tener elementos civiles, revela plan de SEDENA; militares advierten falta de capacitación”. Animal Político, México. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2022/05/guardia-nacional-2023-plan-sin-elementos-civiles/
[8] Reina, Elena (5 de octubre, 2021) “La impunidad crece en México: el 94.8 de los casos no se resuelven”. El país, México. Recuperado de: https://elpais.com/mexico/2021-10-05/la-impunidad-crece-en-mexico-un-948-de-los-casos-no-se-resuelven.html
[9] Maza, Alfredo (7 de diciembre de 2021) “En México el 99% de los delitos quedan en la impunidad”. El Sol de México, México. Recuperado de: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/en-mexico-99-de-los-delitos-quedan-en-la-impunidad-7577147.html
[10] Ureste, Manu (4 de mayo del 2022) “Pese a más de 400 quejas ante CNDH, la Guardia Nacional solo reconoce un caso de uso excesivo de la fuerza”, Animal Político, México. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2022/05/guardia-nacional-uso-excesivo-de-la-fuerza-opacidad/
*Foto de portada: Integrantes de la Guardia Nacional realizan pase de lista ante el jefe supremo de las fuerzas armadas. Foto: Xavier Martínez/Obturador MX